Los últimos días de Saab fueron tiempos muy revueltos. La marca no generaba beneficios y tras su bancarrota, General Motors se desprendió del fabricante sueco de coches, dejándolo a su suerte en tiempos económicos revueltos. Tras dos años de idas y venidas, Saab echaba el cierre definitivamente a finales de 2011. El último coche lanzado por la marca fue la segunda generación del Saab 9-5, un coche que tuve la oportunidad de poder probar a principios de 2011. Ahora, sale a la venta uno de estos últimos 9-5. Un Saab 9-5 único, quizá más exclusivo que los Saab 9-5 de carrocería SportCombi familiar.
Aparentemente, se trata de un Saab 9-5 con un acabado deportivo y un paquete Aero interior, que presume de unos preciosos asientos de cuero muy envolventes. El coche tiene un motor diésel y 81.811 kilómetros en el odómetro. ¿Por qué tiene un precio de 32.999 euros cuando su valor debería ser como mucho de unos 12.000 euros? El motivo está bajo su capó. Los Saab 9-5 se vendieron únicamente con motores diésel de cuatro cilindros, alcanzando un máximo de 190 CV en las versiones 2.0 TTiD con doble turbo. Este Saab 9-5 lleva un motor diésel de seis cilindros bajo el capó. Sí, lo has leído bien.
Sólo se vendieron 11.280 unidades del último Saab 9-5. De ellas, sólamente 27 pre-series con carrocería SportCombi están circulando en estos momentos.
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Bajo el capó se puede comprobar claramente que es un motor V6, incluso la tapa de plástico del motor lo confirma. El Saab 9-5 nunca se vendió oficialmente con un motor diésel de seis cilindros, aunque sí se sabía que la marca estaba planeando la introducción de un motor así en su buque insignia. Al parecer, el desarrollo de este motor se había llevado