Los descapotables o cabrios son la esencia misma del coche pasional. Y aún así, en contra de lo dictan los prejuicios, son coches que se pueden usar todos los días del año, capaces de llevar de viaje a una pequeña familia y convertirse en el único coche de la casa. Enfrentamos a dos de los máximos representantes de ese segmento premium, el Audi A5 Cabrio frente al Mercedes Clase C Cabrio para saber cuál es mejor para comprar.
Diseño
Puede no parecer evidente a simple vista, pero esta segunda generación de Audi A5 es completamente nueva. Eso sí, comparte plataforma y contenido tecnológico con el Audi A4. Aunque diseño de esta nueva generación apuesta por la continuidad del modelo original de 2007, pero esta generación tiene su propia personalidad: calandra ensanchada, faros de estilo afilado y de manera general, líneas más tensas.
Si bien el Audi A5 ha evolucionado en su diseño, el Mercedes Clase C ha roto con su predecesor. El diseño tiene un carácter propio que mezcla la tradición de los Mercedes, como la calandra, con una carrocería musculosa y atrevida. Y en esta versión descapotable, el diseño es todavía más espectacular. Se enfrentan aquí una elegancia sutil, casi fría y tecnológica, y una exuberancia poco habitual en una marca tan respetuosa de sus tradiciones como es Mercedes-Benz.
Dimensiones
Ambos modelos derivan de las berlinas medias de sus gamas (Audi A4 y Mercedes Clase C), pero estos dos descapotables tienen su propia carrocería. Y si bien el Audi A5 Cabrio es algo más corto que el Clase C (4,67 m frente a 4,69 m), el A5 es más pequeño que el A4, cuando el Mercedes Clase C comparte dimensiones con su carrocería berlina.
Así, son 5 cm los que el A5 ha perdido con respecto al A4. Y lo hace exclusivamente en la distancia