La segunda generación del Audi Q3 llegará a los concesionarios españoles a finales de año. Respecto a su predecesor, ofrece una apariencia más atractiva visualmente, una mayor utilidad práctica por su espacio interior y nuevos sistemas de asistencia ayudan al conductor en maniobras de aparcamiento, en ciudad y durante viajes largos.
A diferencia del anterior modelo, el nuevo ofrece muchas posibilidades de personalización. Entre ellas, un contraste en la parte inferior de la carrocería en color oscuro, que acentúa aún más la imagen SUV. Con el paquete S line exterior, los paragolpes, las molduras laterales y el difusor reciben una terminación decididamente deportiva. Hay disponible una gama de once colores de pintura. Para el interior se ofrecen tres líneas de equipamiento, que se pueden combinar independientemente con los tres paquetes exteriores.
La parte frontal de la carrocería, que tiene un aspecto completamente nuevo, integra ahora faros con tecnología LED en todas las versiones. Opcionalmente, se pueden adquirir faros Matrix LED con luz adaptativa de largo alcance.
Un habitáculo que cambia por completo
El diseño del interior nos recuerda al de otros modelos de nueva factura que Audi ofrece actualmente. El salpicadero está dividido en dos niveles: la parte superior aloja las salidas de ventilación; la parte inferior presenta una gran superficie octogonal con apariencia black panel. La instrumentación es una interpretación de la parrilla Singleframe y está enmarcada por una ancha tira cromada. Un acabado negro brillante rodea al elemento central del nuevo concepto de manejo: la pantalla MMI touch. Al igual que los controles del aire acondicionado en la parte inferior, está orientado 10 grados hacia el conductor. El módulo para las funciones de iluminación, que reemplaza al control rotativo del modelo anterior, está ubicado en el salpicadero, a la izquierda del volante. Todas las pantallas, botones y controles están situados ergonómicamente.
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