El Opel Insignia sigue siendo a día de hoy el buque insignia -valga la redundancia- de la marca alemana. Aunque quieren que en apenas tres años el 40% de sus ventas sean SUV, el Insignia sigue siendo el coche tope de gama de Opel, con versiones GSi deportivas de hasta 260 CV de potencia -ver prueba del Opel Insignia GSi. La novedad es que de cara a 2019 el Opel Insignia estrenará una evolución del motor 1.6 Turbo, con 200 CV de potencia y la inevitable adenda de un filtro de partículas. Esta combinación mecánica ya está a la venta en Alemania, por un precio que arranca en 35.195 euros.
Este motor de cuatro cilindros y 1,6 litros es ya conocido en el resto de la gama Opel, y en el caso de los Insignia viene a cubrir el hueco entre los GSi y los 1.5 Turbo de 165 CV. Desarrolla 200 CV de potencia a 5.500 rpm y tiene un sano par máximo de 280 Nm, constantes entre las 1.650 rpm y las 4.500 rpm. Este motor se puede asociar a una caja de cambios manual de seis relaciones, o una caja automática de convertidor de par, también con seis relaciones. Se podrá encargar con carrocerías Grand Sport de cinco puertas, así como Sports Tourer y Country Tourer familiares.
Hasta la fecha, y salvando a los GSi, el motor más potente de gasolina en la gama Insignia era un 1.5 Turbo de 165 CV.
Con este motor, un Insignia de cinco puertas, tracción delantera y caja de cambios automática hará el 0 a 100 km/h en 7,7 segundos, con una punta de 235 km/h. Es sólo 0,5 segundos más lento que un Opel Insignia GSi de tracción total. Su consumo medio homologado -los datos han sido obtenidos mediante una homologación WLTP pero