La cuarta generación del Suzuki Vitara llegó al mercado en el año 2015. Respecto a las tres precedentes el cambio que sufrió el modelo nipón fue de gran calado, pues dejó atrás unas aptitudes off road destacables, para pasarse al bando de los todo caminos urbanos. Sin embargo, con este cambio de planteamiento se ha demostrado que los responsables de la marca, no sólo no se han equivocado, sino que las ventas del Vitara han seguido creciendo.
La nueva identidad del Suzuki Vitara ha ayudado, y mucho, a que la firma japonesa afiance su posicionamiento en el mercado europeo, y por ello, han decidido aplicarle un ligero restyling de cara a 2019. Para ello, han introducido cambios en su parrilla y paragolpes frontales, a los que han añadido elementos cromados, unas llantas de aleación de 17 pulgadas o unos grupos ópticos traseros con tecnología LED.renderAd(adPage,44162);
Si pasamos al interior del Suzuki Vitara, la calidad del salpicadero se ha visto mejorada, pues los diseñadores han incluido mayor cantidad de material acolchado. A ello hay que añadir una nueva tapicería de diseño mixto que incrementa la sensación de calidad del conjunto. A estas mejoras estéticas hay que añadir una nueva pantalla LCD a color de 4,2 pulgadas situada en el cuadro de mandos, así como un reloj central renovado para la versión GLX.
Donde ha evolucionado exponencialmente el renovado Suzuki Vitara es en materia de seguridad. El nuevo modelo además del control predicitivo de frenada con reconocimiento de peatones y cruise control adaptativo incorpora DSBS (Dual Sensor Brake Support), alerta cambio de carril, asistente cambio de carril y alerta antifatiga. A este conjunto de asistentes hay que añadir tres sistemas inéditos en la gama Suzuki: reconocimiento de señales de tráfico, detección de ángulo muerto y alerta de tráfico posterior.
La oferta mecánica del renovado Suzuki Vitara, tras el anuncio de