Hace unos meses os contábamos que Ford había decidido reducir su portfolio de productos para EEUU a SUV´s, todo terrenos y pick up´s. Esta estrategia, que apuesta por dejar de comercializar los Fiesta, Focus, Fusion y Taurus en su mercado local, no sería seguida por la filial de lujo del grupo americano, Lincoln. La razón que han dado para justificar su posicionamiento tiene que ver con el mercado de lujo, pues este aún demanda berlinas y turismos.
Si pensamos a corto plazo, el camino que va a seguir Ford no parece descabellado, pues el mercado a día de hoy demanda estos productos. Sin embargo, la situación en el sector del automóvil se está volviendo inestable, teniendo en el punto de mira el consumo y las emisiones emitidas. Por ello, no estaría de más que su oferta futura de productos fuera más diversificada, y más teniendo en cuenta que en Europa podría seguir el mismo camino.renderAd(adPage,44162);
Según cuentan los rumores, Ford está diseñando la estrategia de futuro que seguirán en el Viejo Continente. Para dar algunas pistas, nos remiten a los resultados que ha registrado en el segundo trimestre del año la marca en Europa y Asia. Según éstos, los acontecimientos no se habrían dado de la forma que Ford había pensado y por ello, estarían pensando en llevar a cabo una mejora de la eficiencia en base a reducir costes y actualizar su gama de productos.
Teniendo en cuenta esta idea, y con vistas a mejorar sus ingresos y rentabilidad económica, Ford estaría pensando en ampliar su gama de modelos con productos más atractivos para el público. Por ello, dejan caer que la firma del óvalo azul podría estar pensando en que las próximas generaciones de los C-Max, Grand C-Max y S-Max cambiarán de cuerpo para trasplantar su alma a una carrocería con