Después del revuelo que ha causado en la industria automovilística el nuevo ciclo de homologación Worldwide harmonized Light vehicles Test Procedure, más conocido por sus siglas WLTP, tiene toda la pinta de que el Ministerio de Industria va a ceder a las presiones de los fabricantes.
Según informa Europa Press, el Departamento anunciará en las próximas semanas si concede una prórroga de uno o dos años a la aplicación del WLTP, que sustituye al anterior ciclo NEDC.
Una medida destinada a evitar la pérdida de competitividad
El objetivo de esta decisión radica en conceder más tiempo a las marcas para que implementen el nuevo ciclo; esto es, para que homologuen todos sus coches y los adapten, de forma que no arrojen consumos elevados con respecto a los anunciados antes del 1 de septiembre.
¿Problema? El impuesto de matriculaciones se aplica en función de los gramos de CO₂ que emiten los vehículos por kilómetro, siendo el mínimo exigido 120 gr/km, algo que los fabricantes han admitido que es casi imposible de alcanzar.
También se busca «una transición ordenada» y «atraer la inversión» a las fábricas españolas. Será hasta el 31 de diciembre la fecha límite en la que las marcas podrán seguir vendiendo los modelos que aún no estén homologados con el WLTP.
Así que desde el 1 de enero de 2019 los fabricantes que aún no han hecho los deberes puede que tengan un respiro de hasta dos años para adaptarse al nuevo cambio de fiscalidad, al igual que se ha aceptado en otros países europeos una moratoria hasta 2020, dicen fuentes ministeriales.
Una nueva homologación que no está exenta de manipulaciones
Desde el 1 de septiembre de 2017 entró en vigor una nueva serie de normas para medir los consumos y las emisiones con resultados más cercanos a la realidad. El nuevo protocolo de mediciones WLTP irá