Desde que Jaguar Land Rover abandonaron el paraguas de Ford Motor Company su progresión en ventas y beneficios ha sido una constante. Tata Motors acertó de pleno realizando esta adquisición, pues la evolución que han sufrido ambas marcas ha sido exponencial. Sin embargo, las circunstancias que se están dando en el sector del automóvil mundial han provocado que en el primer trimestre de este año sus cuentas hayan registrado números rojos.
Según ha declarado Ralf Speth, CEO de Jaguar Land Rover, las ventas de ambas firmas se han visto lastradas por varios factores externos. En un primer lugar hay que tener en cuenta la repercusión negativa que está provocando el Brexit. La salida de Reino Unido de la Unión Europea está creando mucha incertidumbre en un sector que, en segundo término, está siendo golpeado por los impuestos y restricciones a las mecánicas diésel.renderAd(adPage,44162);
El tercer punto que valora negativamente Speth es la reducción de los aranceles en China, pues descendieron del 25 por ciento al 10 por ciento el día 1 de julio. Esta bajada, a priori es muy positiva para los números de Jaguar Land Rover. Gracias a ella se reactivarán sus matriculaciones en la segunda mitad del año, pero hasta su entrada en vigor ha frenado las compras de los clientes chinos, repercutiendo negativamente en el primer y segundo trimestre del año.
Teniendo en cuenta los tres factores enumerados por el CEO de Jaguar Land Rover, las pérdidas que han registrado ambas firmas en el primer trimestre del año ha ascendido a 300 millones de euros. Este dato cuadra con el descenso en ventas que han sufrido ambas marcas en Reino Unido durante los seis primeros meses del año. La firma del felino ha caído un 11 por ciento y Land Rover ha visto disminuidas sus entregas en más del 9 por ciento respecto