El conglomerado hindú Tata Motors está ultimando el plan estratégico que han de seguir Jaguar y Land Rover hasta el próximo año 2024. Con esta nueva hoja de ruta, ambas firmas han de seguir incrementando sus ventas, y por ende beneficios. La razón que impulsa esta estrategia se fundamenta en que deben aprovechar mejor que ninguna otra firma rival, la experiencia que acumulan en el desarrollo de los tan “vendibles” SUV´s.
Los pilares básicos sobre los que centrarán su futuro son el crecimiento de su gama de modelos, la modularidad técnica y mecánica así como la conectividad y nuevas tecnologías. Para ello, de aquí hasta la fecha marcada como fin de este plan han de lanzar al mercado hasta tres nuevos productos sustentados, a su vez, sobre dos nuevas plataformas modulares.renderAd(adPage,44162);
Al parecer, los tres productos de los que estaríamos hablando serían el relevo generacional del mítico Land Rover Defender, el nuevo SUV Jaguar J-Pace y el Range Rover eléctrico (conocido como Road Rover). Además de la llegada de estos modelos, se han de actualizar sus gamas, empezando por el superventas Land Rover Range Rover Evoque que conoceremos en el Salón del Automóvil de Los Ángeles.
A nivel técnico, la primera plataforma sobre la que habrían estado trabajando los ingenieros de Jaguar Land Rover es la denominada PTA (Premium Transverse Architecture). Sobre ella está siendo desarrollado el nuevo Evoque, y servirá para dar vida a una nueva familia de vehículos compactos para ambas firmas. La segunda base, llamada internamente como MLA, será la encargada de relevar a la actual plataforma de aluminio que da vida a los modelos más grandes de ambas compañías.
El modelo que debería estrenar la base MLA debería ser el próximo Land Rover Defender, que debería llegar al mercado en 2019. Sobre ambas bases, ha de ser posible el empleo de