La investigación sobre el atropello mortal en un coche Uber que tuvo lugar el pasado 18 de marzo en Arizona continúa. Lo último que supimos fue un compendio de errores fatales: un informe publicado por el Departamento de Policía de Tempe desveló que la conductora de seguridad estaba viendo un programa de televisión en streaming segundos antes del atropello.
Tras conocerse que Uber deshabilitó los sistemas de seguridad que incorpora de serie el Volvo XC90 y utilizó los suyos propios, las autoridades estadounidenses han determinado que la muerte de Elaine Herzberg podría haberse evitado con la tecnología de Volvo y la debida atención de la conductora.
Uber debería haber tenido a dos conductores durante la prueba
El IIHS norteamericano se ha sumado a las investigaciones de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTBS por sus silgas en inglés) y de la policía de Tempe y parecen coincidir en que el atropello fue el resultado de muchas malas decisiones. En un informe recientemente publicado, el organismo ha criticado la decisión de Uber de deshabilitar la tecnología de alerta de colisiones de Volvo en el coche que golpeó a Herzberg.
The Volvo XC90’s crash avoidance system would have prevented or mitigated a fatal crash that killed a pedestrian earlier this year, but was turned off as part of Uber’s testing of self-driving technology. Our analysis: https://t.co/lLnXQEfgpB pic.twitter.com/TAz4KBXs8l— IIHS (@IIHS_autosafety) 7 de agosto de 2018
«Creo que es posible que, si el sistema hubiera podido intervenir, la fatalidad no se hubiera producido», ha dicho en el informe el oficial de investigación, David Zuby. Se ha determinado así que mientras un vehículo experimental Uber que opera en modo autónomo es capaz de detectar conflictos inminentes, no está programado para frenar o advertir al operador de la prueba que tome medidas. Y eso es lo que