La Fórmula 1 va despertando de nuevo tras el parón veraniego. Tras la agitada pasada semana con el anuncio de la retirada de Fernando Alonso y el fichaje de Carlos Sainz en su lugar, el siguiente en mover ficha ha sido Red Bull. Los de las bebidas energéticas no tenían muchas opciones para llenar el hueco que Daniel Ricciardo dejará en el equipo y finalmente se han decantado por seguir confiando en sus pilotos de la cantera al fichar a Pierre Gasly.
Seguro que Helmut Marko ha echado de menos los tiempos en los que tenían dentro de su programa de jóvenes promesas a varios pilotos entre los que elegir para completar sus dos equipos de Fórmula 1. A día de hoy la realidad es bien diferente. Tras la llegada de Carlos Sainz y el meteórico ascenso de Verstappen, tan solo Gasly ha conseguido convencer al exigente Doctor.
El francés parecía ser la única opción para el equipo dirigido por Christian Horner. Se rumoreó que varios pilotos llamaron a su puerta para tantear el terreno y que incluso Fernando Alonso podría haber estado interesado, pero ningún piloto parecía cuadrarles fuera de su programa.
Una oportunidad envenenada
Pierre Gasly ha recibido un voto de confianza por parte del equipo y acompañará a Max Verstappen en Red Bull en 2019. El holandés será su compañero de equipo pero también su principal rival. En su corta carrera en la Fórmula 1 su relación con sus vecinos de box no ha sido del todo buena convirtiéndose en el caso de Sainz, en muy tensa.
Verstappen ha demostrado antes que no duda en pasar por encima de lo que sea necesario o de quien sea necesario para conseguir sus objetivos, por lo que Gasly se enfrenta a una oportunidad a la vez que a un complicado reto.