La creatividad en el mundo de la automoción no conoce límites: cuando creíamos haberlo visto todo, llega este jet privado transformado en limusina y nos deja con la boca abierta. Su nombre es Limo-Jet y ha sido presentado en el KnowledgeFest, una muestra tecnológica que se celebra en Dallas (EE.UU.). Si ya te pareció asombroso el Mercedes-Benz G 63 AMG convertido en limusina, espera a conocer esta extravagancia.
Como no podía ser de otra manera, se trata de una idea loca de nuestros vecinos al otro lado del Atlántico. La Tierra del Tío Sam nunca dejará de sorprendernos. El Limo-Jet es una creación de Jetsetter, Inc, que tiene su base en el estado de Illinois. Sus ideólogos son dos estaunidenses, Dan Harris y Frank Angelo, y básicamente su idea era convertir un avión en una limusina homologada para carretera.
Fiestas infinitas sobre el asfalto
Efectivamente, esta locura de cuatro ruedas bautizada Limo-Jet puede circular legalmente sobre el asfalto y en su interior hay espacio suficiente para celebrar una buena fiesta. Altavoces de 4.500 vatios, un equipo de música, luces al más puro estilo discoteca (lo que incluye la clásica bola) y varias pantallas se distribuyen por su habitáculo, que cuenta asimismo con un buen número de asientos para dar cabida a un notable número de ocupantes: entre 16 y 18, según sus creadores.
Su imponente exterior, ya sin alas, claro, viste en rojo manzana brillante y en las fotos se puede apreciar que, donde otrora estaban sus propulsores, ahora equipa unas ópticas muy erótico-festivas. Obviamente, los motores del jet en el que se basan han sido sustituidos por uno de automóvil, del que, gracias a Motor1, sabemos que es un V8, aunque se desconoce su origen y especificaciones. No obstante, para mover tal mole, se necesitarán un buen puñado de caballos de potencia.
Sus dimensiones