Tras varios días de incertidumbre, SEAT ha confirmado cuáles serán las consecuencias que asumirá la veterana fábrica de Martorell ante el insuficiente suministro de motores a causa de la entrada en vigor del WLTP. Tal y como habían adelantado los sindicatos, la planta perderá la fabricación de 10.000 automóviles en lo que resta de 2018, para lo que parará la producción tres lunes de este mes de septiembre y otros seis días en fin de semana.
SEAT nos había confirmado que no se aplicaría un ERTE en Martorell y así será finalmente. En una carta dirigida a todos los empleados de la compañía, Luca de Meo, presidente de la marca ha tranquilizado a la plantilla exponiendo que bastará con realizar un ajuste de producción en base a medidas del convenio colectivo.
De Meo ha explicado en este comunicado que el proceso de homologación de las 260 variantes de motores de las diferentes marcas del Grupo Volkswagen ha obligado a la marca a reducir la fabricación en 10.000 vehículos en este último trimestre. No obstante, a pesar de ello, el directivo ha asegurado que 2018 cerrará con un incremento de producción del 20% respecto a 2018, con un total de 491.000 vehículos fabricados. «Vamos a cerrar un año récord, fruto merecido de vuestro trabajo, que se verá recompensado», lo que se traducirá bonus para la plantilla.
SEAT Ibiza, el más perjudicado
La linea 1 de Martorell, encargada de dar salida al SEAT Arona y al SEAT Ibiza, será la que más sufra esta parada de producción, en la que, además, se dará prioridad al SUV. Es por ello que el modelo que más se verá afectado por este ajuste de producción será el Ibiza.
Esto es debido a que el SEAT Arona genera más plusvalías que el subcompacto, una planificación que viene ya marcada por