Hasta hace unos meses, cualquier cliente que estuviera interesado en un coche eléctrico de gran autonomía, y enfoque premium, no tenía más opciones que mirar a un fabricante que ha irrumpido en la industria cual elefante en una cacharrería, no tenía más opciones que pensar en Tesla. Si miramos a la historia reciente de la industria del automóvil nos percataremos de que lo sucedido con Tesla es un caso digno de estudio. Ningún otro fabricante había irrumpido en el sector con tal fuerza, alcanzando tal repercusión e influencia dentro de la industria y escalando a un ritmo que, pese a los retrasos del Tesla Model 3, no puede definirse con otro adjetivo muy diferente al de vertiginoso. Os daremos un dato. Cuando el Mercedes EQC aterrice en los concesionarios, Tesla ya habrá producido más de medio millón de coches eléctricos de gama alta.
Tesla encabeza la producción de eléctricos, ¿pero hasta cuándo?
La presentación del plan de compensación de Elon Musk, y el cumplimiento de los objetivos propuestos, confirmaba en febrero que Tesla ya había conseguido producir 300.000 coches. Pero esa cifra pronto será historia. En el segundo trimestre de este año Tesla produjo 53.339 coches. Estabilizada la producción de 7.000 coches a la semana, que ya se ha alcanzado, Tesla estará produciendo más de 350.000 coches al año. Tesla asegura que, tan pronto como sea posible, estarán produciendo más de 10.000 coches a la semana.
Y las perspectivas para los próximos años son aún más impresionantes. Mientras su fábrica original sigue aumentando el volumen de producción, Tesla estará levantando su primera fábrica fuera de Estados Unidos, en China, donde inicialmente se producirán 250.000 coches al año, para llegar en unos años al máximo de su capacidad, que estará sobre los 500.000 coches al año. Tesla no debería tardar demasiado en confirmar