La imagen que todos tenemos en mente del pony car por excelencia, del producto más conocido internacionalmente de Ford, es la de ese coupé, ese Ford Mustang musculado, con un motor de ocho cilindros en uve rugiendo con un sonido gangoso. Los motores V6 también son la esencia del Mustang y, desde hace poco, los motores de cuatro cilindros en línea, y turbo, se han convertido en una opción que, lejos de ser una herejía, nos ha parecido interesante y coherente, en estos tiempos que corren. ¿Pero sabías que existió un Mustang con motor V10? ¿Por qué no se atrevió Ford a lanzarlo?
Existió un Ford Mustang con motor V10 y era espectacular
Oficialmente Ford jamás proyectó y ni tan siquiera experimentó con la posibilidad de lanzar un Ford Mustang con motor V10. La realidad, o al menos la historia que Motor Trend nos contaba en 2004, es que este Mustang de diez cilindros nacería a iniciativa de dos ingenieros de Ford, que en sus ratos libres quisieron aprovechar una mula de pruebas, que estaba destinada inexorablemente a ser achatarrada, para crear un deportivo épico.
Aunque Ford no reconociera oficialmente la autoría, es evidente que este proyecto apócrifo, difícilmente se podía hacer de espaldas a la marca.
El Mustang V10 de 2003 no era otra cosa que un proyecto particular de dos ingenieros, cuya autoría no fue reconocida oficialmente por Ford, ni jamás tendría visos de acabar llegando a los concesionarios
Sea como fuere, estos ingenieros llegaron a crear la bestia. Tomando la base de un Boss 351, se pusieron manos a la obra para modificar su motor V8 de 4.6 litros, e incorporar dos cilindros adicionales. Aquella prueba de Motor Trend hablaba de una potencia por encima de los 430 CV entregada, como no podía ser menos, al tren trasero. En el vídeo