El mundo gira, el tiempo pasa y el mercado impone su ley. Ferrari ha desvelado cuál será su hoja de ruta para los próximos años y es posible que el comienzo de la era posterior a Sergio Marchionne no acabe de gustar a todo el mundo.
La firma de Maranello se va a ver obligada a cambiar sus planteamientos por un lado debido a las normativas de emisiones más restrictivas y por otro a las exigencias del mercado. Sobre estas dos premisas se establecen dos derivadas a medio plazo: Ferrari tendrá más coches híbridos y se subirá al carro de los SUV.
Dos plataformas nuevas antes de 2022
Si hace sólo unos minutos hablábamos sobre cómo Ferrari había recuperado la pureza con dos barchettas sublimes como los Monza SP1 y Monza SP2 de 810 CV, parece que los planes del cavallino irán en una dirección muy diferente a partir de ahora.
De aquí a 2022 habrá una buena cantidad de modelos nuevos de Ferrari, aunque será un crecimiento sosegado que buscará mantener la exclusividad. Dentro de estos nuevos modelos Ferrari se ha marcado como objetivo que en 2020 un 60% de la producción sean coches híbridos.
A medio plazo Ferrari también ha asegurado que incorporará las asistencias a la conducción implementando un sistema de inteligencia artificial que están desarrollando en Maranello, con la mirada puesta en un horizonte donde el coche autónomo cada vez cobra más protagonismo. Esta sin duda es una de las decisiones más controvertidas para una marca donde las sensaciones y la conexión hombre-máquina es un pilar fundamental.
Así, John Elkann (presidente de Ferrari) ha asegurado que «el futuro de Ferrari será igual que su pasado», contrastando con las palabras de Louis Camilleri