El artículo que vais a leer es controvertido y en él se van a vertir unas cuántas afirmaciones polémicas. Como que hoy por hoy, en según qué países, es menos dañino para el medio ambiente un coche diésel que un coche eléctrico recién sacado del concesionario. Este artículo tampoco es un ataque directo a los coches eléctricos y a la movilidad de cero emisiones. Pienso que la electrificación tiene sentido si está acompañada de una producción energética limpia. No obstante, los coches eléctricos como el Jaguar I-Pace o el Tesla Model 3 no son una solución mágica a la contaminación de las grandes ciudades y el galopante cambio climático del planeta.
Sobre el papel, los coches eléctricos son la octava maravilla
De verdad, sobre el papel lo son. En Diariomotor hemos muchos varios coches eléctricos, y siempre hemos alabado el torrente de par motor del que disfrutan, su conducción suave y su funcionamiento refinado. El hecho de que no emitan un sólo gramo de dióxido de carbono o agentes contaminantes como los óxidos de nitrógeno es un plus que en cualquier gran ciudad es algo a valorar. Aunque aún es insuficiente – especialmente en países como en España – la infraestructura de recarga va poco a poco creciendo, al igual que la autonomía de sus baterías y su velocidad de recarga.
A nivel de prestaciones y autonomía, los coches eléctricos empiezan a ser una alternativa seria a los coches de combustión interna “de toda la vida”.
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