Aunque parece que el futuro de nuestros automóviles pasa por la electrificación total, de momento es inviable para la mayoría de las personas. Las infraestructuras, los tiempos de carga de los vehículos eléctricos y su autonomía real en los que tienen un precio “aceptable” aún son un problema. En estos vehículos, si queremos una gran autonomía, es muy fácil que nuestro presupuesto a la hora de comprar el coche se quede bastante corto.
Y es que, además de lo anterior, hay que tener en cuenta que no todos vivimos en una casa donde podamos cargarlo por las noches sin problema, porque a lo mejor nuestro vehículo duerme en la calle o no tenemos una plaza de garaje propia. Cada cliente tiene unas posibilidades y unas necesidades, pero ¿de verdad estás casi obligado a comprar un modelo tradicional con motor diésel o gasolina?renderAd(adPage,44162);
Dicho lo anterior, podrías pensar que no tienes opción a ser más respetuoso con el medio ambiente. Sin embargo, hay una alternativa práctica que te permite conducir como si llevaras un coche diésel o de gasolina, pero siendo más cuidadoso con el planeta que tanto hemos descuidado en los últimos años. Son los híbridos-eléctricos autorrecargables.
Los datos de ventas en nuestro país reflejan que, claramente, los vehículos electrificados más demandados son los híbridos-eléctricos autorrecargables. Al no tener que recargarlos mediante un cable, son mucho más prácticos que los híbridos enchufables o los 100 % eléctricos, recuperando energía eléctrica en las frenadas o, simplemente, cuando levantamos el pedal del acelerador.
Todo esto se traduce en una mayor eficiencia energética y, por tanto, menor consumo de combustible y menores emisiones contaminantes a la atmósfera. Por no hablar de que la factura de la luz no se dispara. La ventaja de este sistema es que, pese a que su autonomía en modo totalmente eléctrico es