Como bien sabéis, al sol el interior de nuestros coches es un auténtico horno. El efecto invernadero que producen los vidrios del coche hace que la temperatura del interior del coche aumente muy rápidamente si el coche está aparcado al sol. Estas temperaturas pueden llegar a los 60 grados en los días más calurosos del verano. Una temperatura tan alta es mortal de necesidad para quien se encuentre en su interior, ya sea un bebé, un niño o un perro. Tesla quiere paliar esto, y en el futuro podría actualizar los Tesla Model 3 con un “Dog Mode”, diseñado para proteger a nuestros amigos peludos.
Dejar a un perro u otra mascota en un coche aparcado al sol es una mala idea, y pone en peligro su vida de forma directa. Su pelaje hace que sufran mucho más el calor que nosotros, además de tener mecanismos mucho más limitados para regular su temperatura corporal. Nosotros podemos sudar y bajar nuestra temperatura corporal fácilmente, ellos carecen de glándulas sudoríparas y solo pueden usar el jadeo para refrigerarse. Por eso corren serio peligro si se les deja en un coche aparcado al sol. Una ventanilla ligeramente abierta es incluso insuficiente para impedir el calentamiento del habitáculo del coche.
Nunca deberíamos dejar a un perro encerrado en un coche al sol. En menos de media hora podría fallecer a causa del calor.
Si valoras la vida de tus mascotas, no las dejes en un coche aparcado al sol
Es verano, y en gran parte de nuestro país las temperaturas superan los 30 grados. …
Con el aire acondicionado del coche en funcionamiento el problema desaparece, pero en un coche convencional exige tener el motor arrancado. Y si el dueño del coche tiene que hacer un recado o una compra, dejar el coche arrancado y con