Nos aproximamos a un futuro en el que nuestros coches estarán permanentemente conectados, en la nube, con otros coches, y con la infraestructura. Pero lo sucedido en el caso de un sistema en pruebas de Honda nos recuerda que aún hay muchas barreras que han de superarse, incluso las más pequeñas. Los habitantes de Marysville, Ohio, se sorprendieron de unas cámaras que habían aparecido sobre un semáforo , y temieron que fueran radares. Alguno respiraría más tranquilo al saber que no se trataba de radares, ni cámaras para controlar el tráfico, o sancionar. Pero al saber que se trataba de un proyecto piloto de Honda su temor se trasladó a que se estuvieran haciendo pruebas de coches autónomos, sin conductor, en las calles de la ciudad.
La prueba de semáforos conectados de Honda fue confundida con radares
Pero la realidad era bien diferente. Honda estaba probando uno de sus sistemas de coche conectado, el que interconectará elementos de la infraestructura, en este caso semáforos, con el coche. Un sistema que, al parecer, muchos aún desconocen. A pesar de que esta tecnología puede contribuir notablemente a la mejora de la seguridad en carretera y, en última instancia, a salvar muchas vidas.
Incluso el propio regidor tuvo que atender a sus ciudadanos para tranquilizarles y aclarar que aquellos sistemas que estaban probando en uno de los cruces de la urbe, ni tenían que ver con radares o sistemas de control del tráfico, o el coche autónomo.
La implantación de tecnologías como el coche autónomo y el coche conectado ha de derribar aún muchas barreras, hasta las más pequeñas, para introducirse con naturalidad en la vida de los conductores
El sistema presentado por Honda se basa en una combinación de cámaras y sensores que, ciertamente, no son tan diferentes a algunos de los que ya se emplean en