El Dodge Challenger SRT Demon es sin duda uno de los coches americanos más brutales de los últimos tiempos, pero eso no quita que haya quien quiera algo aún más bestia. Aquí es donde entra en juego el especialista SpeedKore, que presenta en el SEMA Show un importante incremento de potencia y una puesta a punto de circuito para el todopoderoso Demon.
La firma de Wisconsin recurre a soluciones como una carroceria de fibra de carbono (todos los paneles se han recreado para ser idénticos a los de serie del Demon), para reducir la masa del conjunto, que no es precisamente un peso pluma, o mejoras a nivel mecánico, todo para hacer del Demon una máquina más competente en circuito y, por supuesto, más salvaje todavía.
El motor 6.2 litros V8 de fábrica, con su compresor y sus 852 CV, ahora va un paso más allá, consiguiendo una potencia de 1.217 CV (994 CV a las ruedas, según SpeedKore) gracias a un compresor Whipple más grande, un sistema de admisión de aire frío, nuevos inyectores y sistema de alimentación de combustible, mejoras a nivel de gestión electrónica, etc…
Tanto la suspensión como los frenos o la transmisión son todavía los de serie, pero hay que tener en cuenta que todos estos componentes fueron diseñados para las carreras de aceleración, y por tanto la compañía se está planteando ofrecer en un futuro paquetes de mejoras de suspensión y frenos para los usuarios que quieran exprimir sus cualidades en circuito.
El modelo incorpora llantas HRE de 20 pulgadas con neumáticos Pirelli P Zero Corsa en dimensiones 315/30 ZR20 en ambos ejes, una jaula antivuelco, y la carrocería de carbono va pintada en color rojo