El modelo de Uber puede que esté en la cuerda floja estos días en el Reino Unido. La compañía estadounidense se enfrenta a una sentencia emitida por el Tribunal de Empleo de Londres -donde ha recuperado la licencia para operar- relativa a la situación laboral de sus empleados. El juez ha considerado que operaban como empleados y no como autónomos, y ahora Uber tiene dos días para recurrir la sentencia y demostrar que no es un empleador.
Y es que el pago de nóminas a los 50.000 conductores que tiene en el país le supondría un duro golpe económico y un vuelco en la denominada economía colaborativa. Ya hay movilizaciones en marcha por parte de los conductores en Glasgow y Londres.
¿Salario mínimo, permiso parental y vacaciones?
Los dos conductores que encabezan las protestas en Londres, James Farrar y Yaseen Aslam, reivindican desde hace años ser tratados como trabajadores de la empresa, y por ende, tener acceso al salario mínimo, al pago de vacaciones y al permiso de paternidad y maternidad. Farrar y Aslam representan a otros 150 conductores que han presentado demandas similares.
WATCH: Uber drivers and other people who work in the gig economy have been protesting in Glasgow and London over their employment rights.But what is the gig economy?We answer all your questions here ➡️ https://t.co/otxzbBuW7R pic.twitter.com/OdklgxfjYQ— STV News (@STVNews) 30 de octubre de 2018
Para Farrar, el hecho de que Uber haya apelado la decisión es una maniobra para ganar tiempo, y teme que si la compañía sale victoriosa, su modelo de negocio se expandirá a toda la economía.
Por su parte, Uber ha dicho en un comunicado: «Casi todos los taxistas y conductores privados han trabajado por cuenta propia durante décadas, mucho antes de que existiera