El Volkswagen T-Cross es el primer SUV de formato pequeño de Volkswagen. Comparte parentesco directo con el SEAT Arona y recurre a un lenguaje de diseño propio que lo aleja sensiblemente de sus hermanos de gama Volkswagen Polo y Volkswagen T-ROC, aunque con el primero de estos comparte lugar de producción: la factoría española de Volkswagen en Landaben, Navarra.
Claves de diseño exterior e interior
El nuevo T-Cross es 54 mm más largo y 112 mm más alto que un Volkswagen Polo.
El nuevo Volkswagen T-Cross utiliza la plataforma MQB-A0, común al Polo y al SEAT Ibiza, que se basa en la plataforma de los Volkswagen Golf, Audi A3, SEAT León, Volkswagen Tiguan, SEAT Ateca y Škoda Kodiaq, pero adaptándose al segmento de los subcompactos.
LongitudBatallaAnchuraAltura
4.110 mm2.563 mmn/d1.558 mm
Esta plataforma permite a los diseñadores colocar el eje delantero en una posición muy adelantada, lo que lleva a tener una distancia entre ejes mayor y, por tanto, un espacio interior más cómodo para los ocupantes. Pensando en una mayor versatilidad, los diseñadores han recurrido a una solución de asiento trasero desplazable, que se ajusta en hasta 14 centímetros, lo que redunda en una capacidad del maletero variable, entre 385 y 455 litros. Abatiendo los respaldos traseros, se crea un espacio de carga plano de hasta 1.281 litros.
La gama de colores para la carrocería y las llantas comprende 12 opciones.
En la parte visible, Volkswagen resume la filosofía de diseño con el siguiente mensaje: «El T-Cross tiene las ruedas sobre la tierra y está siempre listo para cualquier aventura». Esta declaración de intenciones debe entenderse como la voluntad de posicionar al pequeño SUV en el ese segmento de los crossovers desenfadados que encontramos en