Aunque por tamaño no lo sea, el BMW Serie 8 se ha convertido en el buque insignia de la firma bávara. Con su resurrección la bayerische, además de rescatar una denominación mítica, da un golpe de autoridad en el segmento del superlujo. Sin embargo, tras la presentación en la pasada edición de las 24 Horas de Le Mans, aún faltaba por conocer la versión sin techo.
La ausencia del BMW Serie 8 Cabrio estaba más que justificada, pues aún estaba poniéndose a punto para su debut. Sin embargo, su diseño se le escapó a la marca, pues la oficina de patentes donde fue registrado tuvo un fallo de seguridad. En todo caso, la espera ya ha terminado, pues la versión sin techo del Serie 8 ya es una realidad. Si quieres conocer sus secretos, sigue leyendo.renderAd(adPage,44162);
Diseño exterior del BMW Serie 8
Como avanzamos, las líneas del Serie 8 Cabrio son muy similares a las de su hermano coupé. La principal diferencia radica en la eliminación del techo. Con todo, la zaga está muy bien resuelta, pues no ve incrementada su altura o anchura. La clave para no convertirla en un “mazacote” radica en su capota textil, pues ocupa poco espacio, permitiendo un diseño limpio. Este elemento puede abrirse y cerrarse en 15 segundos, incluso en marcha (máximo 50 kilómetros por hora).
La línea exterior, gracias al programa BMW Individual puede ser personalizada. A su trabajo se une la posibilidad de contar con los paquetes M y M Technic para el BMW 840d xDrive Cabrio y el M de Carbono. Con ellos, llegan elementos como paragolpes con entradas de aires mayores, equipo de frenos M, molduras específicas o llantas de aleación de 20 pulgadas. El BMW M850i xDrive Cabrio puede contar, además, con aditamentos exclusivos.
Habitáculo de calidad y factura impecable
El habitáculo del BMW Serie