En el extenso debate acerca de qué límites deberán asumir fabricantes y usuarios para frenar el aumento global de temperaturas están los que piden límites más estrictos -véase el Parlamento Europeo- y los que los piden más laxos -la Comisión Europea-.
Esta última facción, representada en España por el comisario de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, ha comunicado que estudiará si la propuesta del Gobierno de prohibir la venta de vehículos ligeros que emitan CO₂ de forma directa en España es legal.
Las declaraciones del comisario para La Tribuna de la Automoción han dejado muy clara la postura que la Comisión ya ha tomado: no quieren prohibiciones.
Así, el organismo europeo va a analizar «si la prohibición es conforme o no a la normativa del mercado interno» de forma que tenga lugar «una transición justa que permita la reubicación de trabajadores en el sector de automoción y la formación de nuevos especialistas».
@anfacautomovil se ha reunido hoy con @MAC_europa para revisar la situación de la industria de automoción en 🇪🇸 y 🇪🇺 de cara a la negociación de los objetivos de CO2 pic.twitter.com/ONE5HC0ur3— anfac-automoviles (@anfacautomovil) 15 de noviembre de 2018
Para Cañete, mejor que prohibir ve menos agresiva una transición suave a través de la tecnología híbrida, de forma que no impacte de lleno en los fabricantes y trabajadores de la esfera de los motores de combustión interna.
Según el comisario, la electrificación genera empleo a largo plazo, pero ante una medida que considera tan drástica como es la de prohibir la venta en 2040 de los coches y vehículos industriales ligeros que emitan CO₂ de forma directa, aboga por la fiscalidad, las ayudas a la compra y sobre todo por la formación profesional.