Mazda nos ha presentado en el Salón de Los Angeles a una nueva generación del Mazda3, un coche que, tras las promesas de un diseño exquisito adelantadas por el concept previo, esperábamos con ansia. Ahora, tras su debut bajo los focos del salón californiano, empezamos ya a pensar en su comercialización, en verlo en las calles y si alguno estaba esperando una hipotética alternativa MPS dispuesta a plantarle cara al SEAT León Cupra, al Hyundai i30 N o al Renault Mégane RS… Tenemos malas noticias.
La prioridad de Mazda está en mejorar la calidad percibida del Mazda3 no en crear un Mazda3 deportivo
Los compañeros australianos de Drive han sabido de la mano de Akira Marumoto, responsable global de la maca japonesa, que el segmento de los coches compactos deportivos no es una prioridad para Mazda, lo que descarta automáticamente la presencia de una versión MPS del nuevo Mazda 3 dispuesto a enfrentarse con las alternativas antes mencionadas.
Es una decisión lógica y en cierto modo esperada si tenemos en cuenta que la generación saliente del Mazda3 tampoco contó con una versión MPS.
La anterior generación del Mazda3 tampoco tuvo una versión MPS
Marumoto ha señalado que en Mazda prefieren enfocar sus esfuerzos (y su presupuesto para el Mazda3) en hacer de su compacto una alternativa de gran calidad a los coches compactos europeos, centrándose así en mejorar la comodidad, el refinamiento de marcha y la calidad percibida, coqueteando con una perspectiva premium del segmento.
Por supuesto no perdemos de vista que en el horizonte más próximo de la marca aparece el regreso de los motores rotativos, esperemos que haciendo del Mazda RX Vision un coche de producción y con esta alternativa, junto con el Mazda MX-5 ahora más potente, calmar las ansias prestacionales de los aficionados y clientes más “quedamos” de la