McLaren ya es de por sí una marca a la que pocos pueden aspirar. Pero ahora imagina una división dedicada a personalizar sus coches hasta el último detalle. A eso precisamente se dedica la McLaren Special Operations (MSO). Un equipo de ingenieros y técnicos se pone a tu servicio, si estás dispuesto a pagar la factura. Pues bien, lo que puedes ver en las imágenes es su último trabajo: el McLaren 720S Stealth. Pero que no te engañe su nombre.
A pesar de que Stealth significa “sigilo” en español, este coche no tiene nada de discreto o silencioso. Para empezar, está basado en una unidad del 720S Performance. Lo que quiere decir que sus tubos de escape emiten un ruido más sonoro y deportivo que la versión normal. Pero los cambios no se quedan ahí. Este coche está lleno de características únicas que lo hacen destacar entre la multitud, incluso más de lo habitual.renderAd(adPage,44162);
¿Qué esconde el 720S Stealth?
Por fuera, la pintura del McLaren 720S Stealth es del mismo color que el McLaren F1 GTR de 1995. El coche de carreras que ganó Le Mans en aquel año. Su nombre es gris “Defined Sarthe”, al que se le han añadido varios detalles en rojo bermellón, que han sido pintados a mano para acentuar las líneas de la carrocería. Un dato sorprendente, es que los operarios de MSO tardaron casi 200 horas en pintar todos los pequeños detalles del coche.
El rojo también ha sido utilizado en las llantas de aleación súper ligera de 10 radios terminadas en color negro Bespoke Satin. Más allá de ello, no faltan mejoras exteriores de fibra de carbono con acabado satinado, que incluyen las tomas de aire delanteras, las carcasas de los espejos retrovisores, la cubierta trasera y las tomas de aire del parachoques trasero.
Las prestaciones del 720S Stealth
En cuanto al interior, la división