El Marketing de influencia coge todos los conceptos del marketing tradicional y los tira por la ventana. Y aunque ese movimiento parezca una locura, su popularidad ha ido creciendo tanto que se ha convertido en un must para las empresas.
Aunque no solo para ellas. También para los propios compradores, que cada vez acogen mejor las recomendaciones de los creadores de contenidos con comunidades sólidas. De hecho, tal y como apunta un estudio de Collective Bias, el 30% de los consumidores son más propensos a comprar un producto si este está recomendado por un blogger antes que un producto promocionado por alguien famoso. Uno de los principales motivos es la cercanía de este tipo de prescriptores y su accesibilidad.
La mayoría de los responsables de marketing inteligentes lo confirman. Están de acuerdo en que el Marketing de influencia es una de las estrategias más efectivas del momento. De hecho, el promedio de earned media por cada dólar invertido en Marketing de influencia es de 11,69 dólares en todas las industrias.
¿En qué consiste exactamente el Marketing de influencia?
El Marketing de influencia se basa en la contratación, por parte de una marca, de una persona con poder de persuasión sobre una comunidad específica. De forma que el influencer es capaz de influenciar a un grupo de personas en su toma de decisiones. Pero ¿realmente los usuarios confían en estos perfiles? ¿Creen sus opiniones? ¿Se dejan aconsejar?
Deberías saber que más del 70% de los internautas consulta opiniones de terceros en Internet. Sobre todo, antes de lanzarse a la compra de un producto o servicio.
Por lo tanto, el Marketing de influencia no es contratar un espacio publicitario. Ni lanzar una campaña de publicidad. Es un tipo de marketing no intrusivo que pretende no invadir al usuario. Se trata de que una persona con cierto poder, conocimiento e influencia en un sector, posicione un