A principios de los años 90, Audi se encontraba en plena fase de reorientación estratégica. La marca alemana buscaba posicionarse al mismo nivel de Mercedes y BMW, evitando asociaciones con Volkswagen, su matriz. Uno de los primeros productos de esta nueva Audi fue el V8, una berlina de altas prestaciones e imagen lujosa lanzada en 1990. En 1991 los de Ingolstadt presentaron al mundo dos prototipos de altos vuelos, que cautivaron a todos los aficionados al automóvil. Del Audi Avus Concept os hablaremos otro día, hoy vamos a conocer al Audi Quattro Spyder Concept.
Por aquél entonces Audi estaba experimentando con tecnologías que llegarían a sus coches de producción a finales de la década. Hablamos del uso extensivo del aluminio como forma de reducir el peso de un coche, sin ir más lejos. Audi también continuaba evolucionando su interesa. No obstante, el Audi Quattro Spyder combinaba en un solo coche un esquema de motor central-trasero, tracción integral y carrocería de aluminio. Una fórmula que no llegaría a las calles hasta el año 2008, cuando Audi lanzó el espectacular R8. No obstante, este Quattro Spyder habría sido un coche muy diferente.
Fue presentado en el Salón de Frankfurt de 1991, junto al Audi Avus Concept.
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Habría sido un deportivo de motor central diseñado para competir con máquinas como el Toyota MR2, con un posicionamiento más premium. Y lo cierto es que era un prototipo prácticamente listo para llegar a las calles – de por qué no llegó hablaremos en unas líneas. A nivel de diseño, la criatura de Erwin Leo Himmel no difería demasiado de la línea de diseño marcada por coches como el Audi V8. Era un coche de aspecto sobrio, líneas limpias y figura muy estilizada. Una discreta calandra estaba acompañada de ópticas enrasadas