«Llevamos tiempo investigando el efecto del calcio en el mantenimiento de unos huesos y dientes fuertes, y llegamos a la conclusión de que si tiene tantas funciones metabólicas en el cuerpo humano, su aplicación en las baterías para coches eléctricos era más que probable». Así ha desvelado el CEO más importante que ha dado a luz la industria automotriz moderna, Elon Musk, su más reciente descubrimiento.
Se trata de baterías de estado solido de grafeno enriquecido con calcio, que conseguirán no solo hacer del corazón de sus Tesla máquinas mucho más fuertes, sino desplomar el precio de las baterías por debajo de los 50 dólares por kWh. Bendito seas por siempre, Elon.
Una democratización de las baterías para que Tesla pueda seguir ganando dinero
El incontestable gurú del coche eléctrico asegura que, aunque fue Humphry Davy fue el que descubrió el calcio hace más de 200 años, su hallazgo le supera en importancia. Con toda la razón. Por un lado, tenemos la ventaja de que la batería será de estado sólido, aumentando la seguridad, y por otro lado, el equilibrio adecuado de los iones de calcio, sodio, potasio y magnesio mantiene el tono muscular del vehículo. Y todo esto sin sacrificar el factor peso. ¿Quién da más?
El uso del calcio añadido al grafeno será la leche. Foto: Señor Granjero.
Como el calcio es el quinto elemento más abundante en masa de la corteza terrestre, se elimina la dependencia de tierras raras, litio, cobalto, el cobre, el grafito, el manganeso: «Solo necesitamos leche, mucha leche, y tendremos ciclos de carga y descarga ultrarrápidos», asegura nuestro líder.
Todo esto se traduce, además, en que el precio promedio de la batería bajará a unos ridículos 50