Luxemburgo está cerca de convertirse en el primer país del mundo en ofrecer sus servicios de transporte público de forma gratuita. Las tarifas de los trenes, tranvías y autobuses se eliminarán el verano que viene, según informa The Guardian, bajo los planes del Gobierno de coalición liderado por Xavier Bettel.
Lo cierto es que Tallin ya lo probó en 2013, y las cosas no salieron como se esperaba.
Los pros y los contras de un plan ambicioso
En la ciudad de Luxemburgo viven alrededor de 110.000 personas, y otros 400.000 viajan a la ciudad para trabajar desde Francia, Bélgica y Alemania, lo que propicia enormes embotellamientos en las carreteras.
Así que es más que probable que en verano de 2020 coger un tren o un autobús en el Gran Ducado no nos cueste nada, aunque la medida aún ha de ser aprobada.
Este verano el Gobierno ya introdujo la gratuidad del transporte público a todos los jóvenes menores de 20 años, mientras que los estudiantes de secundaria pueden viajar sin coste desde sus centros de enseñanza hasta sus casas.
Según explica El País, la gratuidad del transporte público responde a criterios sociales, ambientales y de mejora del tráfico. La oposición, por el contrario, argumenta que con la medida desaparecerán trabajos de revisor, aumentará el vandalismo y el número de taquillas se reducirá, haciendo más difícil adquirir billetes para viajar a los países vecinos.
En Magnet
Las inesperadas consecuencias del transporte gratuito en Tallin
El Gobierno liberal de Bettel también quiere despenalizar la producción y legalizar el consumo de cannabis