En 1987, el año en que un servidor abrió los ojos al mundo, llegó al mercado un modelo muy especial, el Mazda MX-6. Este coupé del segmento D era la réplica deportiva de la berlina 626, el predecesor del actual “6”. Sólo estuvo a la venta durante 10 años y en ellos, hubo espacio para comercializar dos generaciones. La primera estuvo asentada en la plataforma GD (años 1987 a 1992) y la segunda sobre la base GE (1993 – 1997).
Su difusión en Europa fue limitada, pero a buen seguro muchos conocerán a su hermano, el Ford Probe. Sin embargo, tanto el MX-6 como el Probe desaparecieron del mercado dejando su hueco vació. La casa americana no ha vuelto a tener un producto parecido, conformándose con el Mustang. No obstante, esta no parece ser la idea de Mazda, que ha vuelto a registrar esta denominación comercial.renderAd(adPage,44162);
Con el Mazda MX-6 la firma subiría de categoría
Para ello, se ha acercado a la Oficina de Patentes de Japón y ha solicitado registrar nuevamente el nombre MX-6. La denominación comercial se registró el pasado día 16 de octubre, por lo que estarían trabajando en completo secreto. Además, según la descripción se utilizará en automóviles y partes y accesorios de los mismos. Hasta ahí, es toda la información oficial que hay, pues Mazda no ha informado qué planes tiene.
Teniendo en cuenta esta información, podemos especular con tres posibles opciones.
Que esté protegiendo sus intereses, y denominaciones comerciales, ante posibles movimientos de sus rivales directos.
Que esté planteándose incursionar en el segmento premium y esté preparando un rival a la altura, 0
Que el prototipo RX Vision vaya a llegar a la producción y lo haga como su primer vehículo eléctrico
Todas las opciones planteadas son válidas, pues Mazda quiere, y necesita, incrementar sus ventas. Habrá que ver el camino que toma,