El precio de todos los combustibles subirá en hasta 4,8 céntimos por litro el próximo 1 de enero. No, no es la temida subida de impuestos al diésel de Pedro Sánchez – por lo que sabemos, la subida propuesta está “en el congelador” en estos momentos – sino la aplicación de una medida del gobierno de Mariano Rajoy. Una medida incluida en los últimos Presupuestos Generales del Estado, en los que se elimina el tramo autonómico del Impuesto de Hidrocarburos. El resultado de este ajuste fiscal, o “armonización tributaria” si te gusta el lenguaje aséptico, lo notarás cada vez que vayas a llenar el depósito del coche.
El litro de combustible, ya sea de gasóleo o de gasolina, está gravado por el Impuesto de Hidrocarburos. Cada litro de gasolina tiene 40,1 céntimos de impuesto, mientras que el litro de gasóleo está gravado con 30,7 céntimos. Te lo hemos explicado con claridad en este artículo sobre la fiscalidad de los combustibles. A este tramo estatal del Impuesto de Hidrocarburos se une un tramo autonómico de hasta 4,8 céntimos por litro, cedido a las Comunidades Autónomas, que podían cobrarlo a sus contribuyentes. Algunas CC.AA. han decidido no cobrarlo, o cobrarlo solo parcialmente.
La medida impulsada por Rajoy en los últimos presupuestos elimina el tramo autonómico del Impuesto de Hidrocarburos, que pasa a ser asumido (y maximizado) por el Estado.
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Este tramo autonómico se cobra íntegramente en Andalucía, Asturias, Islas Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Galicia, Murcia y Comunidad Valenciana. En estas CC.AA. no habrá variación de precios en los combustibles el 1 de enero. Ahora bien, al pasar a ser “competencia” estatal este tramo autonómico, en las regiones donde no