Alex Zanardi es un ejemplo de superación. Los sueños son capaces de derribar muros y él los ha echado abajo todos. El piloto italiano perdió las piernas en un accidente en una carrera de la Fórmula CART en el Circuito de Lausitzring. Dos años después del trágico suceso y tras una dura lucha burocrática para conseguir renovar su licencia, volvió a los circuitos.
Lo hizo en el Campeonato Europeo de Turismos con un BMW 320i adaptado a sus necesidades. Desde entonces ha competidos en numerosas categorías en las que además de seguir creciendo como piloto ha podido ir desarrollando los sistemas de conducción que le permiten pilotar.
“Cuando me desperté y me di cuenta de que no tenía piernas, no me pregunté: ¿qué voy a hacer sin piernas?; sino que pensé: vale, ¿qué debo hacer para poder hacer todo lo que quiero hacer sin piernas?»
En las pasadas 24 Horas de de Daytona compitió con un BMW M8 GTE en el montó la última tecnología resultado de años de evolución y perfeccionamiento. Los resultados no acompañaron a su gesta, pero su labor en lo que a integración respecta, es intachable.
Inicios complicados en el ETCC y el WTCC
Antes incluso de tener que pensar en cómo iba pilotar un coche, Zanardi tuvo que lidiar una compleja batalla en los despachos de las federaciones. Una batalla que compartió con Albert Llovera que se encontraba al mismo tiempo tratando de conseguir su licencia en España.
“La gente tenía miedo de que me pasara algo, pero al fin y al cabo, si me rompo una pierna lo único que necesito es un