Jaguar tiene por delante varios retos realmente importantes, incluso críticos. La marca británica ha de lidiar con el desplome de las ventas de los diésel, que les afecta especialmente por la dependencia del gasóleo que sus ventas han tenido hasta ahora, sobre todo para su hermana Land Rover. El del Brexit puede ser, a la postre, un problema incluso mayor. Y todo ello se ha traducido, incluso, en despidos en sus fábricas. Pero aún hay sitio para el optimismo. Así es como el coche eléctrico de Jaguar ha marcado un gol por la escuadra a las marcas alemanas.
El coche eléctrico en 2019
A día de hoy el coche eléctrico sigue siendo una opción casi testimonial. Pese a las sorprendentes cifras de Tesla en los últimos meses, motivadas por la culminación de las reservas que han acumulado en los últimos años, el coche eléctrico aún dista mucho de ser una opción de volumen.
Con las cifras en la mano no parece que la del coche eléctrico sea una carrera al sprint, sino de resistencia. No parece que lo que más importe sea llegar el primero, sino estar bien posicionado en los próximos años, cuando la demanda de coches eléctricos crezca.
A pesar de que el coche eléctrico aún no se venderá en cifras de volumen en unos años, las premium europeas han iniciado esta carrera al sprint
El despegue de los coches eléctricos premium
Pero esa idea contrasta con algunos de los movimientos que se están produciendo entre las marcas premium europeas. Pensemos que hay mucho en juego. Si el coche eléctrico ha de despegar, es muy probable que ese despegue se produzca en coches de corte premium, y no en turismos para todos los públicos y todos los bolsillos. El precio actual de los coches eléctricos, derivado del coste de sus baterías, hace que por