La compañía estadounidense Tesla ha arrancado el año 2019 con mal pie, cayendo durante la jornada de ayer en Bolsa un 6,8 %, a pesar de que sus ventas totales en 2018 han doblado a las del año previo, con un total de 245.240 unidades, frente a los 102.807 vehículos vendidos en 2017.
El desplome se debe a la desconfianza de los inversores después de que el Gobierno de Estados Unidos haya recortado las ayudas a los vehículos eléctricos. El incentivo fiscal para eléctricos a nivel federal, que ascendía a 7.500 dólares, pasa a ser de la mitad en 2019: 3.750 dólares.
Debido a esto, y con el objetivo de incentivar las ventas, Tesla se ha visto obligada a rebajar el precio de todos sus modelos en 2.000 dólares, en el que sigue siendo su principal mercado, Estados Unidos.
En el caso del Model 3, por ejemplo, hablamos ahora de un precio de partida de 44.000 dólares, ya que la esperada versión básica -anunciada para este mismo año-, de 35.950 dólares, aún no se fabrica.
El batacazo en el mercado de valores, que se fijó en un 6,8 % (hasta 310,1 dólares por acción) al cierre de la sesión, pero llegó a caer más de un 8 % a lo largo del día, se debe también en parte a que Tesla no ha cumplido con las previsiones de ventas del Model 3, comercializando 63.150 unidades en el último trimestre de 2018 -entre octubre y diciembre-, cifra algo inferior a las previsiones de los analistas, que anticipaban entre 63.700 y 64.900 unidades.
A pesar de todo, el conjunto de modelos de la compañia californiana fundada por Elon Musk alcanzó una cifra de ventas de 90.700 unidades en