Vamos a dejarlo claro desde el principio y una vez más: esta noticia no supone el retorno de la difunta Saab al panorama automovilístico mundial. Pero da pasos en dicha dirección, si bien tímidos y cargados de incertidumbre, como os explicaremos más adelante en detalle. La noticia del día es que NEVS – la actual propietaria de los activos de la difunta Saab Automobile AB – y el fabricante de superdeportivos Koenigsegg acaban de constituir una joint-venture cuyo objetivo es la producción de gran volumen de vehículos electrificados. ¿Cómo afectará este anuncio al futuro de Koenigsegg y NEVS?
Antes de nada, hemos de recordar que Koengisegg estuvo a punto de adquirir Saab Automobile en 2009, tras la bancarrota de General Motors. Cuando la operación estaba prácticamente cerrada y la garantía financiera europea asegurada, Koenigsegg se echó atrás de la operación aludiendo incertidumbres en los plazos y la coyuntura económica. El resto, como sabemos, es historia. Saab acabó cerrando sus puertas a finales de 2011, sin lograr encontrar dueño. La empresa de capital chino NEVS compró los activos de Saab en 2012 y no pudo asumir las deudas de Saab, cayendo en bancarrota de nuevo.
NEVS también ha adquirido un 20% del capital de la empresa matriz de Koenigsegg en esta misma operación.
Galería de fotos del Saab Phoenix, el último prototipo de Saab
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NEVS perdió el derecho de utilizar el nombre de Saab, y tras una nueva reestructuración, se llevó a China parte de las maquinarias y moldes para producir allí coches eléctricos basados en los Saab 9-3 – como ya os hemos informado hace tiempo. NEVS ha sido adquirida recientemente por el grupo Evergrande, un gigantesco consorcio que ha invertido más de 1.500 millones de euros en su plan de negocio. Ahora, NEVS y Koenigsegg anuncian