La Generalitat de Catalunya ha accedido a las peticiones de los taxistas de Barcelona, que mañana decidirán en asamblea si renuncian a la huelga que mantienen desde el pasado viernes en la Ciudad Condal.
Los términos del preacuerdo entre el Departamento de Territorio del Govern y los taxistas incluyen tres puntos:
Ampliación del tiempo de precontratación de los vehículos VTC de los 15 minutos que anunció días atrás la Generalitat a una hora. Esta ampliación a la práctica quedará en manos del Área Metropolitana de Barcelona.
Prohibición de que los vehículos VTC estén geolocalizados, de modo que no será posible que los usuarios se capten por proximidad.
No a la captación de clientes en la calle, un punto en el que las plataformas Uber y Cabify siempre se han posicionado en contra.
En la reunión han intervenido los representantes de la Generalitat con los taxistas, por una parte, y los mismos representantes con los delegados de las VTC, por la otra. En ningún momento se han visto cara a cara las dos partes en conflicto.
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En cuanto se han dado a conocer los puntos del preacuerdo, han surgido las primeras reacciones desde el entorno de las VTC. Mientras Josep Maria Goñi, presidente de Unauto en Cataluña, aseguraba en El Mundo que el decreto obliga a las VTC «al cierre, a salir de Cataluña», la responsable de