Si últimamente te has planteado la compra de un coche y tus candidatos están en el segmento de los SUV compactos generalistas seguramente hayas valorado la compra del KIA Sportage, un SUV renovado el pasado año con un lavado de cara que incorporó nuevas motorizaciones y opciones de equipamiento a los ya de por sí buenos argumentos de los que hacía gala y que llega para enfrentarse a coches como el SEAT Ateca, como el Peugeot 3008 o como el Citroën C5 Aircross, pero, ¿por qué no deberías valorar un Volkswagen T-Roc si te gusta el KIA Sportage y viceversa?
El KIA Sportage y el Volkswagen T-Roc son dos perspectivas muy diferentes del mismo segmento
Como ya hemos abordado en otras ocasiones el Volkswagen T-Roc llega para proponernos una perspectiva un tanto particular del segmento de los SUV compactos, con una imagen bien diferenciada pero sobre todo con un tacto de conducción que brilla por su agilidad y por su buen paso curva y es que el Volkswagen T-Roc es un coche que dinámicamente se siente como un compacto convencional más que como un crossover.
Y de nuevo, como hemos tratado en otras ocasiones también, debemos mencionar que el interior del Volkswagen T-Roc está más cerca de un coche del segmento B como el SEAT Arona o como el propio Volkswagen Polo que de otras alternativas de la categoría, como el Peugeot 3008 o el Skoda Kodiaq, con una habitabilidad que también se encuentra por debajo de la del grueso de opciones.
El SEAT Ateca nos ofrece un punto intermedio por dinámica, habitabilidad y confort
Sin ser especialmente torpón en curva, de hecho cuenta con una dinámica agradable, el KIA Sportage nos ofrece un rodar bastante confortable, más aislado y con unas suspensiones más cómodas, además dispone de un espacio interior sensiblemente superior