«Si no se llevan a cabo cambios radicales, las baterías que alimentan los vehículos ecológicos seguirán estando manchadas por abusos contra los derechos humanos».
Así ha hecho público Amnistía Internacional su rechazo hacia las violaciones de derechos humanos que consideran están vinculadas a la extracción de minerales con los que se fabrican las baterías de iones de litio de los coches eléctricos y los dispositivos electrónicos.
Un enfoque «viciado»
Salar de Atacama, Chile. De aquí se extraen enormes cantidades de litio. Foto | Wikipedia/Francesco Mocellin.
La ONG de derechos humanos cree que vender un producto ecológico ocultando realidades como el trabajo infantil o el daño medioambiental implica presentar a sus clientes «una elección falsa» y piden a las empresas revelar públicamente la información sobre cómo se previenen, identifican y abordan estos aspectos durante el ciclo vital de producción de sus baterías de iones de litio.
Hoy lanzamos nuestra visión para transformar la industria de las baterías de litio. 🔋🌱»Existen serias preocupaciones sobre el impacto de la extracción de litio sobre los derechos humanos y el medio ambiente». – @ErikaGuevaraR Más en 👉 https://t.co/P9Ap75Kod5 pic.twitter.com/ssTvtSI24H— AmnistiaOnline (@AmnistiaOnline) 21 de marzo de 2019
Aprovechando la Cumbre Nórdica del Vehículo Eléctrico que se celebra en Oslo, la ONG ha recordado cómo la extracción de materiales como el cobalto están vinculada en muchas ocasiones a abusos contra los derechos humanos —como el trabajo infantil— en países como la República Democrática del Congo, donde se origina más de la mitad del cobalto a nivel mundial.
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