Los dummies llevan trabajando y velando por nuestra seguridad desde 1950, cuando la firma de ingeniería Sierra Engineering fabricó el Sierra Sam, el primer dummy. Pero a la industria parece que le ha llevado un tiempo darse cuenta de que usar un único prototipo basado en la anatomía de un hombre en buena forma (además de los que se basan en niños) no es todo lo efectivo que debería.
Hasta 1995 no se desarrolló un maniquí fememino, y tuvieron que pasar ocho año más para que Volvo creara el primer dummie basado en una mujer embarazada. Ahora el fabricante pone sobre la mesa el hecho de que las pruebas de choque se basen únicamente en las características masculinas a pesar de que las mujeres tienen mayores probabilidades de sufrir lesiones en el pecho y el denominado ‘latigazo’.
Sobrepeso, edad avanzada, embarazo… si cada cuerpo es diferente, ¿por qué no lo son los dummies?
El dummie más usado en la industria mide 1,77 m de altura y pesa 76 kg. En Estados Unidos no empezaron a utilizar maniquíes femeninos en las pruebas de choque hasta 2011; Euro NCAP hizo lo propio en 2015 en pruebas de choque frontal.
«En 2019, la mayoría de los fabricantes todavía desarrollan vehículos basados exclusivamente en datos que los maniquíes de prueba masculinos ofrecen durante las pruebas choque», asegura Volvo, que considera que las mujeres corren un mayor riesgo de lesionarse en un accidente de tráfico que los hombres.
Volvo ha recopilado datos de 40 años de investigación: en 1970 se formó el equipo de investigación de accidentes de tráfico de Volvo. Desde entonces, el equipo ha recopilado y analizado datos de más de 40.000 automóviles y 70.000 pasajeros y ha identificado qué