El segmento SUV está que arde, y más en la esfera premium. Sino que se lo digan a Porsche, que con la primera generación del Cayenne se jugó literalmente el tipo. Ahora, con la tercera entrega recién lanzada, han dado un paso más allá. Éste, como no podía ser de otra forma, es con la llegada del Porsche Cayenne Coupé. Sin embargo, la casa de Stuttgart no se detendrá ahí, pues parece que ya están trabajando en nuevas sorpresas.
Según parece, el desarrollo de la cuarta iteración del Porsche Cayenne ya está sobre la mesa de trabajo de la marca. El caso, es que con el cambio que está sufriendo el sector del automóvil, parece que tendrán que dar un nuevo golpe de timón a su esencia. Así, podría dar el salto a una nueva plataforma, que le proporcionaría múltiples posibilidades en cuanto a mecánicas.
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El Porsche Cayenne Coupé es el último en llegar
De esta forma, podríamos ser testigos de cómo el Cayenne deja atrás las mecánicas tradicionales para pasarse a la electricidad. Según Oliver Blume, director general de Porsche, están estudiando la implementación de un tren motriz eléctrico en el próximo Cayenne. Sin embargo, no es algo que esté totalmente decidido, pues depende de varios factores. Entre ellos, está la evolución que sufra la investigación sobre las baterías sólidas.
Las ventajas de emplear este tipo de baterías son contundentes. En primer lugar tendríamos un menor peso, revirtiendo por tanto en un comportamiento dinámico más logrado. En segundo lugar estaría su fabricación. Éstos acumuladores son más baratos de producir, por lo que el margen coste-beneficio se maximizaría. Por último, la capacidad energética es mucho mayor, por lo que se pueden obtener mayores rangos de utilización.
En todo caso, Blume deja claro que no es cosa de un día para otro. En la marca tienen