El más exitoso de los modelos de Hyundai en Europa, el Hyundai Tucson, recibe ahora un acabado deportivo que aporta un toque extra de pimienta a su diseño. Se trata del paquete deportivo N-Line, el cual ofrece a los clientes cierta distinción y un carácter más juvenil por su estética tímidamente modificada. Se trata del primer SUV de Hyundai con paquete N-Line disponible, aunque ya lo pudimos ver anteriormente en el compacto i30.
Sin duda, el objetivo de la marca asiática con esta terminación es que el Tucson llegue aún a más clientes, ofreciendo una estética más deportiva pero sin por ello penalizar en otros aspectos como el confort o la polivalencia diaria. Eso sí, también es cierto que, además de imagen exterior, hay cambios en el interior y algún ajuste en la suspensión y en la dirección.
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Como podéis ver, los cambios exteriores llegan de la mano de unos revisados paragolpes, la parrilla con los detalles cromados oscurecidos, llantas (de 19 pulgadas), retrovisores y alerón trasero en color negro brillante, así como los contornos de las ventanillas o el bisel oscuro de las ópticas delanteras. Sin duda, el negro es quien reina a la hora de dar el contraste. En total hay nueve colores para la carrocería.
Por su parte, en el interior encontramos asientos deportivos con tapicería mixta específicos de esta línea de acabado N, y pespuntes rojos en el volante y los asientos. Tampoco faltan los típicos pedales en aluminio o una palanca para el cambio forrada en cuero.
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Respecto a las opciones mecánicas, el Hyundai Tucson N-Line se ofrece con tres motorizaciones microhíbridas a 48 voltios (Etiqueta Eco de la DGT). Los diésel corresponden al 2.0 CRDi, rindiendo potencias de 185 y 136 CV, mientras que la única