Una vez más, una carrera que parecía prometedora para McLaren se fue a la basura por motivos ajenos al equipo. En esta ocasión fue en el Gran Premio de China, y el «culpable» del desastre de McLaren fue el ruso Daniil Kvyat. El de Toro Rosso perdió el control de su monoplaza en la curva seis de la primera vuelta, llevándose por delante a los dos coches de Woking.
El peor parado fue Lando Norris, que incluso estuvo a punto de volcar y sufrió severos daños en el suelo de su coche, que no pudieron ser reparados. Carlos Sainz también vio como Kvyat le rompía el alerón delantero, por lo que tuvo que hacer una parada en boxes en la primera vuelta y perdió todas sus opciones.
McLaren prefirió tener ritmo que salir delante
McLaren despreció una buena posición de salida a cambio de tener mejor ritmo de carrera, y terminó por pagarlo caro. El propio Carlos Sainz confirmaba, tras terminar decimocuarto en la clasificación, que «hemos hecho unos cambios para mejorar el ritmo de carrera, quizás esto nos ha hecho un poco más lentos hoy y más fuertes mañana».
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Pero salir en la zona media siempre es un riesgo, y Kvyat se lo demostró empíricamente a McLaren. Es la tercera carrera en la que los de Woking dejan pasar una buena oportunidad de sumar puntos, y la mala suerte se está