Podríamos empezar diciendo que el vídeo que estás a punto de ver no es apto para todos los públicos, aunque sí necesario para descubrir cómo de seguro puede ser un Koenigsegg Regera. Los crash-test de coches para evaluar su nivel de seguridad son algo común entre los fabricantes de gran volumen, sin embargo es muy difícil saber cómo evalúan otros fabricantes la seguridad de sus coches al evitar pasar por las manos de EuroNCAP, NHTSA o IIHS. Hoy, por primera vez en su corta historia, Koenigsegg descubre en vídeo cómo analiza la seguridad de sus coches con una particular metodología.
Koenigsegg no puede permitirse fabricar decenas de prototipos para realizar crash-test, por ello su método de pruebas es algo más drástico
El gasto de los fabricantes de coches para evaluar la seguridad de sus modelos es muy importante. Con cada nuevo lanzamiento decenas de coches son destruidos y maltratados para evaluar cada milímetro del vehículo, un proceso obligado para alcanzar los máximos estándares de seguridad y descubrir posibles puntos a mejorar. Son muchos los crash-test que hemos visto hasta la fecha y cada uno de esos coches estrellado supone un coste muy elevado. Y es por ello por lo que Koenigsegg emplea otro sistema de pruebas, pues estrellar decenas de Regera o Jesko les llevaría a la quiebra de inmediato.
Según explica el propio Christian Von Koenigsegg en este vídeo, de cara a evaluar la seguridad de sus coches, el procedimiento que sigue el fabricante sueco es emplear un mismo monocasco de carbono para todas las pruebas. Dado que este elemento estructural es el más costoso y complejo de producir, empleando el mismo “corazón” no solo consiguen ahorrar una importante cantidad de dinero, sino someter al monocasco a una severa prueba de estrés soportando todo tipo de maltratos imaginables.
Tan doloroso como hipnótico: así