Una de las novedades de Subaru en este último Salón de Nueva York ha sido una nueva generación de uno de sus coches más icónicos. Tras presentarnos la nueva generación del Subaru Forester, es hora de conocer al nuevo Subaru Outback. Un coche familiar que representa lo que el óptimo SUV debería ser: un coche con mejor desempeño fuera del asfalto, mayor altura libre al suelo y aún más practicidad, sin descuidar la eficiencia y confort en carretera. El Subaru Outback 2019 tiene una carga tecnológica muy superior a sus predecesores, y entre otras novedades, equipa un nuevo motor turbo de 2,4 litros.
¿En qué cambia el Subaru Outback 2019?
Lo primero que debes saber sobre el nuevo Subaru Outback es que está construido sobre la Subaru Global Platform, una plataforma modular que es compartida ya con coches como el Subaru Impreza o el Subaru Forester. Entre los beneficios de esta plataforma encontramos una mayor rigidez torsional y sobre todo una completa compatibilidad con la electrificación – algo que abre la puerta a versiones e-Boxer híbridas e híbridos enchufables. A nivel de diseño el Subaru Outback no es una revolución, de hecho podríamos decir que es casi idéntico al Subaru Legacy – recién lanzado al mercado – a nivel de calandra u ópticas.
Su chasis es un 70% más rígido que el de la anterior generación. En caso de accidentes, la absorción de impactos mejora un 40%.
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Sí lleva un kit de carrocería diferenciado al de la berlina, con pasos de rueda enmarcados en plástico oscuro que le dan ese aspecto aguerrido y campero. Es algo lógico en un coche familiar que está diseñado para aventurarse fuera del asfalto con garantías. De hecho, tiene una altura libre al suelo de 220 mm, superior a la de muchos