El Jeep Wrangler es uno de esos coches carismáticos a más no poder, un vehículo todoterreno puro que sigue fiel a sus principios fundamentales y que con el Gladiator recién presentado tendrá una espectacular versión pick-up de caja abierta, más largo pero igual de 4×4.
Las versiones desarrolladas de estos dos vehículos todoterreno suelen estar enfocadas precisamente a eso, a la conducción offroad, pero podría haber en camino una versión con unas aspiraciones más viscerales incrustando el motor V8 del Hellcat.
Hay sitio pero también un problema
Sí, lo has leído bien. Dentro de Fiat Chrysler Automobiles se había estado barajando la posibilidad de lanzar una versión anfetaminada de los Jeep Wrangler y Gladiator, equipando a los grandes todoterreno con el motor V8 de 6.2 litros del Dodge Challenger SRT Hellcat, es decir, con nada menos que 717 CV.
La información procede desde el propio seno de la marca porque Tim Kuniskis, jefe de Jeep en Norteamérica, ha afirmado que el motor del Challenger SRT Hellcat va «como un guante» al vano motor del Wrangler y del Gladiator. Esta afirmación es muy aventurada para un proyecto que no fuera a llegar a nada.
Y es que ya conocemos los gustos americanos y basta con que haya espacio suficiente bajo el capó para alojar un motor mucho más potente que el equipado de serie, pero hay un grave problema. Si la marca introdujera el bloque del Hellcat en los Jeep, que cabe, lo que no dejaría sería espacio para las necesarias zonas de absorción de impacto, por lo que el propio Kuniskis estaría descartando al mismo tiempo un Wranglar/Gladiator de altas prestaciones.