Conducir por Split, Croacia, implica en estos días ver grandes carteles publicitarios del nuevo Škoda Scala cada pocos kilómetros, por lo que no es raro que algún motorista curioso decida perseguir al compacto unos metros, móvil en mano, para hacerle fotos.
El nuevo compacto de la marca checa estrena lenguaje de diseño y la plataforma del Grupo Volkswagen MQB A0, lo cual implica una sorprendente habitabilidad. Con una oferta de motores TSI, TDI y gas natural (GNC), el Scala llegará al mercado en junio con un precio de arranque de 13.990 con promociones. Vamos a por las impresiones al volante.
Un peldaño más en el lenguaje de diseño: gusta pero no impacta
Basado en el lenguaje de diseño del prototipo Vision RS y sucesor del Spaceback, el Scala es el primer modelo de producción que muestra la siguiente fase de desarrollo del lenguaje de diseño de la marca, que también dará forma a sus futuros modelos.
Su nombre procede del latín y significa ‘peldaño’ o ‘escalera’; el nuevo coche compacto es el primer modelo de producción de la marca en Europa que presenta la inscripción ‘Škoda’ en el centro del portón trasero en lugar del logo.
Como alternativa al portón trasero estándar, el cinco puertas se puede encargar con una luna trasera
extendida. Además de este elemento, el paquete Emotion incluye un techo panorámico de cristal con cortina retráctil eléctrica para el sol, así como faros delanteros y traseros full-LED.
Por su parte, los faros delanteros son estrechos y cónicos, mientras que los traseros tienen un diseño afilado en forma de L. El Scala es además el primer Škoda en ofrecer intermitentes traseros dinámicos de forma opcional.
La gama de llantas disponibles para el compacto parte de