No hemos llegado a la era de la conducción autónoma y la industria ya sueña con que los coches descifren nuestras emociones. Desde Kia con su idílico sistema de conducción adaptable a las emociones en tiempo real a las inminentes cámaras de Volvo, que detectarán si algo va mal para detener el vehículo.
Pero una start-up llamada Affectiva ha ido más allá y trabaja en que la Inteligencia Artificial sepa cuál es el estado mental y emocional del conductor, y detectar incluso la ira para prevenirla mediante música y respiraciones.
Cuantificar emociones ‘en aras de la seguridad’
Foto: Affectiva.
Affectiva es una start-up estadounidense fundada en 2009 y especializada en la tecnología de medición de emociones y que se aplica, entre otros muchos ámbitos, en el marketing a la hora de mejorar los mensajes publicitarios de las marcas.
Esto implica que las personas susceptibles de ser público objetivo de la marca que compra los servicios de Affectiva, y que previamente han aceptado formar parte del ‘experimento’, son monitoreadas para evaluar qué expresiones faciales muestran ante el producto.
La compañía ha desarrollado así un software para reconocer las emociones humanas basadas en señales faciales o respuestas fisiológicas a través de cámaras, pero ha encontrado también aplicaciones en la esfera automotriz, un sector que no para de crecer a nivel tecnológico.
Su programa recompensa económicamente a los conductores que coloquen un kit de cámaras y sensores en sus coches, de forma que puedan contar con una extensa base de datos.
Desde el nivel de distracción hasta el de cansancio y el tono de voz, la tecnología de esta start-up puede identificar en tiempo real las expresiones faciales y el estado