Audi, Volkswagen, SEAT y Skoda son las marcas predilectas del preparador alemán ABT, quien siempre consigue sacar a relucir el lado más rebelde de los vehículos que pasan por sus manos. En esta ocasión ha sido el turno del Audi RS5 Sportback, una de las últimas incorporaciones de la firma de los cuatro aros que llega dispuesta a experimentar un importante aumento de potencia al igual que sucede con su hermano coupé. Gracias al preparador, el coupé de cuatro puertas es capaz de dejar atrás los 450 CV que declara de serie para enfrascarse en la tarea de superar el umbral de los 500 CV y subir a la categoría de pesos pesados.
Sin embargo, el Audi RS5-R -denominación que adopta tras haberse dejado manipular por ABT- no solo llega con un nuevo rango de potencia, sino también con ciertos cambios estéticos. Gracias a estos, la agresividad y deportividad latente en el alemán salen a relucir por doquier, puesto dichas piezas se encargan de representar a la perfección el carácter que les proporciona el preparador a sus pacientes.
En una primera instancia, nos encontramos con la característica estética de los modelos RS de Audi, los cuales son capaces de proporcionar una imagen mucho más ruda que la de las variantes estándar. Sin embargo, ABT ha conseguido acentuar dicha reputación con la presencia de varias piezas que modulan tanto el aspecto del Audi RS5-R como su dinámica de conducción, un aspecto fundamental a la hora de gestionar con diligencia los 530 CV que declara ahora.
El frontal ahora presenta un difusor y un splitter rematado en fibra de carbono, y el cual se complementa por unos canadrs laterales que mejoran la aerodinámica del conjunto. En el lateral nos encontramos como principal protagonista a unas llantas de 21 pulgadas y diseño específico, que siguen viéndose arropadas por unos espejos retrovisores también en fibra de carbono. Pero es en la zaga donde más novedades podemos apreciar gracias a un spoiler rematado en el mismo material y a una nueva cuádruple salida de escape.
Recordemos que el Audi RS5 de serie cuenta con un propulsor V6 de 2.9 litros biturbo capaz de generar 450 CV de potencia y 600 Nm de par. Sin embargo, ABT ha conseguido exprimir de dicho motor un total de 530 CV y 680 Nm de par, cifras que son posibles gracias a varias modificaciones en la ECU, un nuevo filtro de aire y diferentes mejoras en el sistema de escape.
Sin duda alguna, el preparador alemán ha conseguido ofrecer un conjunto muy exclusivo, una característica que no solo adopta el Audi RS5-R por sus modificaciones, sino también por su producción. Esto se debe a que tan solo se fabricarán 50 unidades, y las cuales irán destinadas a aquellos clientes más fidedignos.